PUERTA 3 / SHAAR 3 - LAS LEYES DE SHEMIRAT EINAYIM
CAPÍTULO 1 - LAS LEYES DE SHMIRAT EINAYIM – CUIDANDO LOS OJOS
Cuando alguien escucha o lee por primera vez sobre las leyes de Shmirat Eináyim, puede pensar: "¡Esto es imposible! No hay manera de que una persona normal pueda ser tan cuidadosa." Sin embargo, a medida que estudie y crezca en el entendimiento de estas leyes, tu perspectiva cambiará.
La luz esclarecedora del Talmud Torá (el estudio de la Torá) elevará tu Neshamá (tu alma), permitiéndote cosechar los beneficios de adherirte a estos principios. Si ya has aprendido a seguir las restricciones de Yijud, te resultará mucho más fácil cultivar la atención necesaria respecto a tus ojos. Por el contrario, si estás violando la Ley de Yijud al pasar tiempo a solas con amigos del sexo opuesto, ten en cuenta que el Yetzer Hará (la inclinación al mal) puede aprovechar esto para obstaculizar tu crecimiento en la Avodat HaShem (el servicio a Dios).
Las leyes principales relacionadas con la mirada y los pensamientos de un hombre sobre las mujeres se resumen a continuación, junto con sus correspondientes dictámenes. Familiarizarte con estas leyes te equipará con una guía práctica para llevar una vida limpia y pura conforme a la Torá (Shuljan Aruj, Even Ha'Ezer, Capítulo 21, Ley 1).
CAPÍTULO 2 - LAS LEYES DE SHEMIRAT EINAYIM
Está prohibido mirar a una mujer vestida de manera immodesta, excepto a la propia esposa, para con ella las leyes son diferentes. Sin embargo, hay que recorcordar que hay una gran diferencia entre ver y mirar. El ver no es mirar, no tenemos control sobre lo que vemos, pero sí sobre lo que miramos, podemos dominar y contralar nuestra mirada, hay que ver y desviar la mirada a otro lado.
Está prohibido caminar por un área conocida por ser un área donde frecuentan las mujeres mal vestidas, o sea vestidas de manera immodesta: Si estás al tanto, y estás familiarizado con un área donde hay mujeres vestidas de manera immodesta o semi desnuda, está prohibido cruzar o entrar a ese lugar. Debes tomar una ruta alternativa o simplemente evitar penetrar a ese lugar.
Si no hay ruta alternativa, o si es impráctica, puedes pasar por el área siempre y cuando hagas todo lo posible para evitar mirar colocar tu mirada en las vistas immodestas.
Está prohibido tener pensamientos sensuales o desear a cualquier mujer que no sea tu propia esposa, ya sea el objeto de ese deseo una mujer casada o soltera.
Está prohibido derivar placer por medio de la mirada a las vistas femeninas que te son prohibidfas, no puedes disfrutar de la belleza de una mujer prohibida, incluso si ella está vestida modestamente. Solo está permitido disfrutar de la belleza de tu esposa.
NO PUEDES PECAR Y AGRADECERLE A DIOS POR EL OBJETO DE TU PECADO
Una enseñanza problemática de una organización religiosa no judía de renombre aconseja a sus miembros agradecerle a Dios por haber creado la belleza irresistible de la mujer, mientras alguien disfruta con su mirada a todas las mujeres de su encanto, o las que el considera atractivas.
Esta actitud es completamente inapropiada para un judío. Es un pecado disfrutar o derivar placer o cualquier beneficio de la belleza de todas las mujeres que te son prohibida, solo tu esposa es permitida. Sin embargo, no está prohibido mirar a tu madre, a tu hija o a tu abuela.
La actitud de gozar de lo prohibido y luego agradecerle a Dios por lo que hizo, es comparable a comer la comida no Casher (comida prohibida) y luego hacer un Birkat Ha'Mazón (darle las gracias a Dios después de las comidas). Agradecer a Dios por la comida prohibida, sería algo malvado e inapropiado y eso podría atraer serias repercusiones del Cielo. Dios mismo creó estas prohibiciones, y desestimarlas es como burlarse del Boré Olam (el Creador de todo).
Después de haber leído estas leyes por primera vez, muchos hombres puedrían sentirse abrumados. Es evidente que aplicar estas leyes hoy en día no es nada fácil, especialmente en los entornos donde no se puede evitar a las mujeres mal vestidas, como en el trabajo, escuelas seculares o en las universidades. Ya que las tendencias corrientes y actuales son las de vestirse siempre para resaltar la belleza y la sensualidad femenina, revelando cada vez más las curvas y las partes más atractiva del cuerpo.
Algunos podrían preguntarse de cómo puede un hombre normal cumplir con estas leyes.
Sin embargo, aunque controlar la mirada suele ser un tremendo desafío, la Torá con las leyes divina no esperan un dominio instantáneo sin cometer errores. Lo que sí se espera, es que hagamos los esfuerzos para obedecer y cuplir con ellas; además, el cambiar requiere disciplina, estudio y práctica persistente, hasta que eso se convierta en algo natural.
El Eterno fue quien nos creó, Él entiende nuestra naturaleza mucho mejor que nosotros. Él estableció tanto las leyes como los desafíos asociados, pero también proporcionó la solución más efectiva:
El Talmud Torá (el estudio de la Torá). De hecho, Los sabios de Jazal enseñan en Bava Batra 16a, que Ha'Kodesh Baruj Hu creó el Yetzer Hará así como también creó el remedio para eso, la Torá.
Estudiar la Torá con claridad es lo que activa sus poderes curativos y preventivos. Según Mesilat Yesharím, obra maestra del gran Rav y Cabalista Italiano, el rabino Jaim Luzzatto, mejor conocido com el RAMJAL ZTz’’L, el estudio de la Torá inculca el hábito de la vigilancia y el temor al pecado en el hombre .
El deber religioso que nos incumbe y que debemos cumplir delante del Creador y las severas consecuencias que nos podrían acaecer si descuidamos esta responsabilidad, nos obligan a ser vigilantes, especialmente en lo que respecta a los pecados relacionados con las mujeres.
Debemos estar sinceramente motivados a estudiar la Torá. Como dice el contemporáneo Rav Ron Chaya de Leava y la Yeshiva Yeshuot Yosef en Jerusalén: "El Talmud Torá es el remedio."
Estas pautas deben utilizarse para educarnos sobre el tema y aprender a aplicar sus principios. Para ganar la "batalla de los ojos", debemos sumergirnos en el estudio de la Torá, ya que es el mejor remedio contra las tentaciones.
Hay que recordar que, al igual que cada ley en la Torá, las leyes de Shemirat Eináyim fueron diseñadas para personas reales, como tú y yo. Resuelve revisar periódicamente estas leyes para fortalecer tu observancia. Lee libros de Musar (fortalecimiento espiritual) sobre el tema y busca enseñanzas valiosas en línea, como las disponibles en el sitio web de Leava del Rav Ron Chaya.
CAPÍTULO 3 - EL TZADDIK (JUSTO) DEBE PROTEGER SUS OJOS
LAS VENTANAS DEL ALMA
Los ojos son las ventanas del alma. Este proverbio, que ha perdurado durante miles de años, es validado tanto por la ciencia como por la religión. Hay varios estudios, incluyendo el dela Universidad de Yale, que indican que la mayoría de las personas sienten intuitivamente que su "yo" o sea su alma está conectado a sus ojos.
De hecho, nuestros ojos activan nuestras emociones, sentimientos y deseos, lo que a menudo nos lleva a transgredir los límites. Por lo que el fijar nuestras miradas en las vistas prohibidas, puede contaminar el alma y eso puede también desconectar a una persona de la Torá y de Ha'Kadosh Baruj Hu (el Santo Dios, Bendito sea Él).
Este daño es particularmente alarmante para los jóvenes, que a menudo son atraídos inocentemente a un mundo de sabiduría corrupta sin poseer las herramientas necesarias para resistir.
Otro estudio realizado por la Universidad de Haifa reveló que más del 60% de los jóvenes se acostumbran a ver la pornografía con regularidad.
Por lo tanto, no se debe asumir que uno es más sabio que la Torá del Creador; mientras crecemos nos percibimos del hecho de que la sociedad a menudo nos pone en contra de la sabiduría eterna. Aunque los grandes sabios del Talmud han advertido sobre el peligro de seguir en pos de lo que atrae a los ojos, la sociedad moderna coloca las tentaciones a propósito en tu camino.
Hay que recordar siempre que el mirar determinadamente a las mujeres atractivas y disfrutando de su belleza, ya sea en las calles, en las fotos, los videos, en los centros comerciales o en el Internet, esto le causa más daño al bienestar espiritual de la persona, que el consumir los alimentos prohibidos como el cerdo. Mientras que comer alimentos que no son Casher contaminan el nefesh (alma inferior de la persona), el mirar a las mujeres prohibidas contamina los aspectos más elevados y espirituales del alma, cortando al individuo del flujo de bendiciones divinas.
Los Tzaddikím (los justos), que reflejan la imagen de Dios, son siempre cuidadosos al respecto, siempre desvian la mirada de lugares prohibidos. Y cuando tienen que hablar con las mujeres, muy a menudo lo hacen con los ojos cerrados (El Alshich, Noaj).
Si una persona sabia debe trabajar en un entorno con mujeres vestidas con las tendencias immodestas de la sociedad, éste debe recordar el relato talmúdico de Abba, ese médico que recibía saludos diarios de la Academia Celestial, porque cuando él tenía que preparar habitaciones separadas para sus pacientes masculinos y femeninos, lo hacía tomando precauciones especiales para cuidar sus ojos.
La persona santa que debe enfrentar con regularidad a las vistas inapropiadas o prohibidas y logra controlar su mirada, esa persona es considerada un poderoso guerrero en el Cielo. Si las mujeres frecuentan tu tienda u oficina, haz todo lo posible para desviar la mirada de su belleza. El Eterno te recompensará con grandes bendiciones, tanto en este mundo como en el Mundo Venidero.
LO TATURU AJARÉI LEVAVJEM U AJARÉI EINEJEM
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La frase "Lo Taturu ajaréi" proviene de un concepto que se refiere a la guía y la instrucción divina que ofrece Dios a los que se apegan a Él. Aunque esa frase no se encuentra exactamente en todos los versículos que enseñan la idea, el concepto de ser guiados por Dios se manifiesta en varios versículos de la Biblia.
Uno de los versículos más conocidos que refleja esta idea está en el Salmo 32:8, donde el Eterno dice: “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”. Este pasaje resalta la personalidad de Dios como un guía en el camino de la vida, protegiendo y aconsejando a aquellos que buscan Su dirección.
Además esta idea nos alerta y nos prohibe explorar, seguir o andar en pos del corazón y de los ojos, porque con ellos es fácil prostituirse, como lo dice claramente Dios en los versículos en Números 15:39-40 que acompañan las lecturas del Shema.
"Y les servirá de borlas; y las mirarán para recordar todas las guías del Eterno, y así las cumplirán, y no andarán de trás de sus corazones, ni de trás de sus ojos, en pos de los cuales ustedes se prostituyen..."
Este pasaje enfatiza la importancia de recordar y seguir los mandamientos (las guías y ordenanzas) de Dios, evitando dejarse llevar por las tentaciones del corazón y los ojos.
El Cuidado de tus ojos es también el cuidado de tu corazón
El Shemirat Eináyim también puede prevenir la seducción del corazón. Los ojos ven y el corazón desea lo que los ojos ven. Este principio se aplica no solo al deseo por las mujeres, sino también a la propiedad de otros. Los Diez Mandamientos nos instruyen a no codiciar la esposa de nuestro vecino ni sus bienes. Al practicar Shemirat Eináyim y cuidar nuestros ojos, podemos evitar explorar la belleza de las mujeres que no son nuestras, protegiéndonos así de las seducciones del corazón.
Este concepto se explora más a fondo en la Parashat Shelaj, que comienza con el Eterno instruyendo a Moshe a enviar hombres para explorar la Tierra de Canaán. La parashá concluye con el mandamiento de llevar Tzitzit (Borlas), enfatizando en la frase: “Ve Lo Ta-tur-u...y no explorarás (no andarás) de trás de tus corazones y de trás de tus ojos” (Bamidbar 15:39).
La ironía de la biblia de usar la misma raíz "Tur" para expresar el la acción de explorar, tanto al principio de esa porción bíblica como al final de la parashá es significativa. Rashi, el gran sabio francés comenta que el corazón y los ojos actúan como "espías" o en otro sentido como turistas para el cuerpo, llevándolo al pecado (lugares de interés para el corazón, en este caso los deleites que ofrecen las mujeres).
Sin embargo, hay complejidades en la frase “Ve Lo Taturu .. Y no explorarás o sea no andarás de trás de tus corazones y de trás de tus ojos.” La conexión entre las dos instancias de "explorar como espías o como turistas, o andar de trás de" es más que semántica.
Si escribiéramos esta oración en hebreo moderno, sería gramaticalmente correcto decir "Ve’lo Taturu Ajaréi Libjem" (en el singular de la palabra corazón), ya que tenemos un solo corazón. Sin embargo, lo expresa en su plural “Ajaréi Levavjem.”
La enseñanza rabínica ve el corazón como teniendo dos inclinaciones: el Yetzer Ha'Tov (la inclinación al bien) y el Yetzer Ha'Ráh (la inclinación al mal). Así, cuando nosotros aprendemos a cuidar los ojos, el corazón, los oídos y la lengua, cumplimos con la enseñanza del Ba’al Shem Tov:
“Todo lo que una persona ve u oye es una instrucción para mejorar su servicio a Dios (Su Avodat HaShem).”
SHEMIRAT HA’BRIT - CIRCUNCISIÓN (BRIT MILA)
Shemirat HaBrit se refiere a cuidar el Brit o sea el Pacto eterno de Dios con Abraham y todos sus descendientes. Mientras que nuestra conexión con Dios y Eretz Yisrael (la Tierra de Israel) es eterna, la Torá advierte a nuestro patriarca Avraham que el Shemirat Ha'Brit es crucial para mantener el Pacto entre Dios y la Nación de Israel.
Este es mi Brit (mi Pacto) dice el Eterno, que debes cuidar: “Todo varón entre ustedes será circuncidado” (Génesis 17:10). Si bien la circuncisión es el pacto que nos otorga el derecho a la Tierra de Israel, el significado de Shemirat Ha'Brit, como enfatiza el Zohar, no se limita a la obligación de circuncidar a nuestros hijos, sino también a cuidar nuestra pureza sexual. Esto nos diferencia de las naciones gentiles y garantiza nuestro asentamiento en Eretz Israel.
Nuestros Sabios han enseñado durante mucho tiempo que las transgresiones sexuales crean una ruptura entre la Nación Judía y Dios, conduciendo al exilio y la destrucción. Nuestros enemigos comprenden esto y utilizan todos los recursos disponibles para llevarnos al pecado sexual. Esto ha sido cierto a lo largo de la historia, desde Amalek hasta los tiempos modernos, donde la industria de contenido impuro ha invadido nuestros hogares.
Para combatir esta batalla de manera efectiva, debemos conocer nuestra arma: La Torá. Las leyes de prohibición son nuestra defensa más efectiva. La Torá nos ordena ser santos, como Dios es santo, y nos advierte contra desviarnos detrás de nuestros corazones y ojos.
CUIDANDO EL BRIT PARA MANTENERLO = GUARDANDO Y CONSERVANDO LA TIERRA
La Torá enfatiza que el éxito y la seguridad de Israel dependen de nuestra santidad, especialmente en lo que respecta a la pureza sexual. “Cuando salgas a acampar contra tus enemigos, cuídate de toda cosa mala” (Devarim 23:10). Esta demanda de pureza sexual se aplica tanto a los soldados como a la vida civil. La Torá nos ordena: “Serás santo, porque yo, el Eterno tu Dios, soy santo” (Vayikra 19:2).
Nuestra capacidad para conquistar y asentarnos en las fronteras bíblicas de Eretz Israel depende de nuestra santidad. Al mantener nuestra santidad, la Shejiná (La Presencia Divina) permanece con nosotros, apoyando nuestras batallas. Cuidamos el Brit cuando protegemos nuestros ojos, corazones, mentes y lenguas; limpiando nuestros alrededores; asegurando la modestia en nuestra comunidad; y evitando situaciones que provoquen tentación.
NO MIRES A LAS MUJERES - CUIDA TUS OJOS
No solo está prohibido el contacto físico con mujeres prohibidas, sino que también es una transgresión grave mirar, recuerden que ver no es mirar. Cuando uno ve tiene que evitar explorar aún más con la mirada enfocada en lo agradable que son a la vista las mujeres, está prohibido disfrutar de su belleza, si ella no te pertenece (Shuljan Aruj, Even Ha'Ezer, Cap. 300, Sección 100:2). La Torá nos dice: “Velo Taturu .. No te desvíes detrás de tus corazones y detrás de tus ojos, porque es así que te prostituyes” (Bamidbar 15:39). El ojo y el corazón son instrumentos de pecado en ese asunto; el ojo ve, el corazón desea y el cuerpo actúa.
“Quien mira a una mujer prohibida y se dice a sí mismo que no hay nada malo en ello, se equivoca. Mirar a las mujeres que no son para ti es una falta grave, pues esto lleva al hombre a la transgresión sexual, ya sea en su mente o de manera física, como dice el verso: ‘Ve Lo Taturu ... No te desvíes detrás de tus corazones y detrás de tus ojos’” (Hiljot Teshuvá del Rambám, 4:4). La Guemará enseña que el hombre no debe mirar a una mujer atractiva que no es suya, incluso si ella aún es soltera o si es poco atractiva, ya que esto puede llevar al pecado (Avodáh Zará 20A).
DERRAMAR SEMEN EN VANO - UNA CONTAMINACIÓN DEL BRIT (UNA RUPTURA EN EL PACTO)
Desperdiciar el semen es una prohibición grave de la Torá, y es castigada con el Karet (la exclusión espiritual del alma) (Nidáh 13A). Este pecado no es juzgado por cortes terrenales, sino que se deja a Dios para castigar. El Zohar indica que el arrepentimiento ordinario no es suficiente para este pecado; se requiere una forma más alta de arrepentimiento, que provenga del amor a Dios. El Talmud compara todas las ofensas sexuales, incluyendo la auto-gratificación, con el adulterio (Nidáh 13A y B).
El Kitzur Shuljan Aruj declara: “La prohibido de descargar semen en vano es un pecado más grave que cualquier otra transgresión mencionada en la Torá” (Shuljan Aruj, Even Ha'Ezer, 23:1). Aquellos que practican la auto-gratificación y causan la expulsión de semen en vano no solo cometen un pecado terrible, sino que también enfrentan graves consecuencias, incluyendo la pobreza o la pérdida de hijos.
Un hombre tiene prohibido provocar intencionalmente una erección o pensar en mujeres hasta que esté excitado. Si surgen pensamientos lascivos, debe desviar su atención hacia un tema de Torá, que es el mejor antídoto para este veneno espiritual. Los pensamientos lascivos prevalecen solo en una mente desprovista de sabiduría.
En resumen, las advertencias de la Torá, las admoniciones del Talmud y las enseñanzas del Zohar y la Cabalá confirman que el Shemirat Ha'Brit es, de hecho, la base sobre la cual se fundamenta toda la vida.
EN TODO MOMENTO CORREMOS EL RIESGO DE PERDER ESTE MUNDO Y EL MUNDO VENIDERO
Cuando alguien sale a la calle está en riesgo de perder tanto este mundo como el Mundo Venidero, Jas Ve'Shalom (Dios no lo quiera). Perder la vida en este mundo y enfrentar el juicio en el Guehinóm podría suceder simplemente al mirar con lujuria a las mujeres que pasan por la acera o en un centro comercial. Los peligros están siempre presentes, con imágenes que el Yetzer Hará utiliza para atrapar nuestras almas a diario.
El Rav Ron Chaya de Leava y la Yeshiva Yeshuot Yosef en Jerusalén observa que un hombre es constantemente acosado por las tentaciones en la sociedad. Ya sea que camine hacia la sinagoga o el trabajo, el Yetzer Hará presenta imágenes para atraerlo. Incluso cuando intenta evitar las tentaciones, las distracciones abundan, y la lucha puede sentirse abrumadora.
El Rambám escribe en Hiljot Teshuvá (Capítulo 4, 4) que la mayoría de las personas no se dan cuenta de que lo que ven lleva a acciones pecaminosas. El Ohr Ha'Jaim señala que sin restringir cuidadosamente lo que uno ve, evitar ciertos pensamientos y acciones pecaminosas se vuelve imposible. Involucrarse en amistades que exigen el pasar tiempo a solas con mujeres fuera de los límites halájicos pueden llevar a la tentación y al pecado.
Si bien algunos pueden pensar que son inmunes a estas tentaciones, se ha demostrado que la atracción puede surgir inesperadamente, llevando a la infidelidad o algo peor. Nuestros sabios advierten que aquellos que creen que pueden mirar a las mujeres sin consecuencias están destinados a pecar. Solo aquellos que viven con humildad y vigilancia estarán a salvo de las trampas del Yetzer Hará.
Sería beneficioso para cualquiera que salga pasar unos minutos revisando estas enseñanzas, lo que le permitirá cuidar sus ojos y beneficiar su cuerpo y alma. El Benei Issajar enseña que el Yetzer Hará desea atacar a través de los pecados sexuales, ya que estos abarcan todas las demás tentaciones.
Además, los Sabios Rishoním (escritores medievales) nos recuerdan que hay que observar el mandamiento del Shema de Lo Taturu .. “Y no te desvíes detrás de tus corazones y tus ojos… detrás de los cuales te prostituyes”.
El hombre debe estar siempre atento para cuidarse de pecar contra el Eterno. Recuerda que transgredir una vez abre la puerta para pecar repetidamente, como está escrito en la Torá: “AVERAH GORERET AVERAH”(una transgresión lleva a otra transgresión). Al igual como realizar una Mitzvá (un mandamiento) conduce a realizar más Mitzvot (Sefer Tikún Ha'Brit, Shaar Shemirat Eináyim).
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