MAFTIR SHABAT ZAJOR
Devarím (Deut) 25:17-19
17 Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando saliste de Egipto;
18 cómo os salió al encuentro en el camino, y os hirió en la retaguardia, a todos los débiles de sus retaguardias, cuando estaban exaustos y fatigados; sin embargo él no tuvo ningún temor a Dios.
19 Por tanto, cuando el Eterno tu Dios te haya dado descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que el Eterno tu Dios te da en heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo cielo; no lo olvidarás. Devarim 25:17-19
SHAÚL DESOBEDECE Y ES RECHAZADO
15 Tiempo después, Samuel le dijo a Shaúl: «El Eterno me ha enviado a ungirte como rey de Israel, su pueblo. Por lo tanto, debes prestar atención a lo que el Eterno te ordene. 2 Así ha dicho el Eterno, el Señor de los ejércitos: “Voy a castigar a Amalec por el mal que les hizo a los israelitas cuando los atacó al salir de Egipto, y les impidió que siguieran su camino.” 3 Así que ve y mata a los amalecitas; destruye todo lo que tienen. No les tengas compasión a sus hombres ni a sus mujeres, y ni siquiera a sus niños de pecho; ni a sus vacas, ovejas, camellos y asnos.»
4 Shaúl ordenó que el pueblo se reuniera, y en Telayín les pasó revista. Eran doscientos mil soldados de infantería, y diez mil hombres de Judá. 5 Luego fue a la ciudad de Amalec, y puso una emboscada en el valle; 6 pero antes de la batalla mandó que les dijeran a los quenitas:
«Ustedes fueron compasivos con los israelitas cuando ellos venían de Egipto, así que apártense de los amalecitas. Huyan, para que no los destruya a ustedes lo mismo que a ellos.»
Y los quenitas salieron de la ciudad de los amalecitas. 7 Entonces Shaúl lanzó todo su ejército sobre los amalecitas, y los derrotó; los persiguió desde Javilá hasta Shur, al oriente de Egipto, 8 y mató a filo de espada a todo el pueblo, aunque dejó con vida a Agag, el rey de Amalec. 9 Además de perdonar a Agag, Shaúl y su gente también se quedaron con lo mejor de sus animales: ovejas, toros, becerros engordados y carneros; lo de poco valor lo destruyeron.
10 Pero el Eterno le dijo a Samuel: 11 «Estoy muy disgustado por haber hecho rey de Israel a Shaúl, pues se ha apartado de mí y no ha cumplido con lo que le ordené hacer.»
Cuando Samuel oyó esto, se llenó de pesar, y toda esa noche le estuvo rogando al Eterno por Shaúl. 12 Al amanecer, se levantó y fue a buscar a Shaúl, y le avisaron que había estado en Carmel, donde había levantado un monumento, pero que había regresado a Guilgal. 13 Cuando Samuel llegó a donde estaba Shaúl, éste le dijo:
«¡Que el Eterno te bendiga! Ya cumplí con lo que el Eterno me ordenó hacer.»
14 Pero Samuel le respondió: «Entonces, ¿qué son esos balidos de ovejas, y esos bramidos de vacas que llegan a mis oídos?»
15 Y Shaúl le respondió: «Esos animales fueron traídos de Amalec. El pueblo dejó con vida a las mejores ovejas y vacas, para sacrificarlas al Eterno tu Dios Todo lo demás fue destruido.» 16 Pero Samuel le dijo: «Escucha bien lo que el Eterno me dijo durante la noche.»
Y Shaúl le respondió: «Te escucho.» 17 Samuel añadió: «¿No es verdad que tú mismo te considerabas alguien insignificante? ¿Y no es verdad que el Eterno te ha hecho jefe de las tribus de Israel, y te ha consagrado como su rey? 18 El Eterno te dio una misión, cuando te dijo: “Ve y destruye por completo a los amalecitas. Combátelos, hasta acabar con todos ellos.” 19 Entonces, ¿por qué no has obedecido lo que te ordenó el Eterno, sino que has traído contigo lo que le quitaste a tus enemigos? A los ojos del Eterno, has hecho mal.»
20 Pero Shaúl le respondió: «Yo cumplí con lo que me ordenó el Eterno. Destruí a los amalecitas, y como prueba he traído a Agag, su rey. 21 Fue el pueblo quien tomó lo mejor de las ovejas y vacas, lo que debió haber sido destruido primero, para ofrecer sacrificios al Eterno tu Dios en Gilgal.»
22 Samuel le contestó: «¿Y crees que al Eterno le gustan tus holocaustos y ofrendas más que la obediencia a sus palabras? Entiende que obedecer al Eterno es mejor que ofrecerle sacrificios, y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros. 23 Ser rebelde es lo mismo que practicar la adivinación, y ser obstinado es lo mismo que ser idólatra. Puesto que tú no tomaste en cuenta lo que el Eterno te ordenó, tampoco él te toma en cuenta como rey de Israel.»
24 Entonces Shaúl le respondió a Samuel: «Reconozco mi pecado. He faltado al mandamiento del Eterno y a tus palabras. Y es que tuve miedo del pueblo, y cedí ante sus exigencias. Yo te ruego que me perdones mi pecado, 25 y que me acompañes a adorar al Eterno.»
26 Pero Samuel le contestó: «No te voy a acompañar a ninguna parte. Puesto que tú no tomaste en cuenta las palabras del Eterno, tampoco él te toma en cuenta como rey de Israel.»
27 Y Samuel se dispuso a retirarse, pero Shaúl lo agarró de la punta del manto para detenerlo, y el manto se desgarró. 28 Entonces Samuel le dijo: «Así como este manto ha quedado desgarrado, así el Eterno te ha desgarrado del reino de Israel, y se lo ha entregado a alguien mejor que tú. 29 El Eterno, que es la Gloria de Israel, no miente ni se arrepiente. El Eterno no es un ser humano, para arrepentirse.»
30 Y Shaúl respondió: «Reconozco que he pecado. Por eso te ruego que me honres con tu presencia delante de los ancianos del pueblo, y delante de todos los israelitas, y me acompañes a adorar al Eterno tu Dios.»
31 Samuel accedió, y acompañó a Shaúl para adorar al Eterno. 32 Después de eso, dijo Samuel: «Que traigan a Agag, el rey de los amalecitas.» Y Agag se presentó ante Samuel. Iba tan alegre, que le dijo: «¡Qué bueno que ya acabó esta guerra!»
33 Pero Samuel le respondió: «Tu espada mató a muchos israelitas, y sus mujeres se quedaron sin hijos; y así también tu madre se quedará sin su hijo.»
Y allí mismo en Gilgal, ante el Eterno, Samuel cortó en pedazos a Agag. 34 Después de eso, Samuel regresó a Ramá, y Shaúl se fue a su casa en Gabaa. 35 Y Samuel nunca más volvió a ver a Shaúl, aunque lloraba por él. Y al Eterno le pesó haber puesto a Shaúl por rey de Israel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario