B"H
HAFTARÁ DEL SHABAT MAJAR JODESH
Majar Jodesh en pocas palabras para el Shabat Víspera de Rosh Jodesh
1 Samuel 20:18–42
La Haftará de hoy se lee en un Shabat seguido inmediatamente por Rosh Jodesh. De hecho, la lectura comienza con las palabras: "Jonathan dijo: 'Mañana es Rosh Jodesh (el primero del nuevo mes)".
La historia es una de lealtad y devoción. David y Jonathan son queridos amigos. El padre de Jonatán, el rey Shaúl, desprecia a David por temor a que lo deponga del trono. Sintiendo peligro, Jonatán le dijo a David que se escondiera en el campo en vez de asistir a la fiesta de Rosh Jodesh que Shaúl Ha'Melej acostumbraba organizar. Jonatán luego asistió a la fiesta y evaluó el estado de ánimo del rey. Al darse cuenta de que Shaúl estaba decidido a matar a David, Jonatán salió al campo, disparó tres flechas y llamó a su asistente: “La flecha está más allá de ti”, una señal predeterminada para su amigo de que no era seguro regresar al palacio del rey. .
Antes de partir, los dos amigos se besaron y lloraron, y juraron mantener su afecto mutuo por las generaciones venideras.
LECTURA DE MAJAR JODESH
Amistad de David y Jonatán
20 Después David huyó de Naiot en Ramá, y vino delante de Jonatán, y le dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida? 2 Él le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así. 3 Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive el Eterno y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte. 4 Y Jonatán le dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti. 5 Y David le respondió a Jonatán: He aquí que "Majar Jodesh" (mañana será nueva luna), y yo acostumbro sentarme con el rey a comer; mas tú dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día. 6 Si tu padre hiciere mención de mí, le dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir corriendo a Beit-Lejem (Belén) su ciudad, porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual. 7 Si él dijere: Bien está, entonces tendrá paz tu siervo; mas si se enojare, sabe que la maldad está determinada de parte de él. 8 Harás, pues, misericordia con tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en pacto del Eterno contigo; y si hay maldad en mí, mátame tú, pues no hay necesidad de llevarme hasta tu padre. 9 Y Jonatán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo supiere que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo? 10 Dijo entonces David a Jonatán: ¿Quién me dará aviso si tu padre te respondiere ásperamente? 11 Y Jonatán le dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.
12 Entonces le dijo Jonatán a David: ¡El Eterno Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o el día tercero, si resultare bien para con David, entonces enviaré a ti para hacértelo saber.
13 Pero si mi padre intentare hacerte mal, el Eterno haga así a Jonatán, y aun le añada, si no te lo hiciere saber y te enviare para que te vayas en paz. Y esté el Eterno contigo, como estuvo con mi padre. 14 Y si yo viviere, harás conmigo misericordia del Eterno, para que no muera, 15 y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre.(B) Cuando el Eterno haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. 16 Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo el Eterno de la mano de los enemigos de David. 17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.
18 Luego le dijo Jonatán: "Majar Jodesh", Mañana es el Novilunio, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío. 19 Estarás, pues, tres días, y luego descenderás y vendrás al lugar donde estabas escondido el día que ocurrió esto mismo, y esperarás junto a la piedra de Ezel. 20 Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco. 21 Luego enviaré al criado, diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si dijere al criado: He allí las saetas están más cerca de ti, tómalas; tú vendrás, porque paz tienes, y nada malo hay, vive el Eterno. 22 Mas si yo dijere al muchacho así: He allí las saetas están más allá de ti; vete, porque el Eterno te ha enviado. 23 En cuanto al asunto de que tú y yo hemos hablado, esté el Eterno entre nosotros dos para siempre.
24 David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó Rosh Jodesh (la luna nueva), se sentó el rey a comer pan. 25 Y el rey se sentó en su silla, como solía hacerlo, en el asiento junto a la pared, y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Shaúl, y el lugar de David quedó vacío.
26 Mas aquel día Shaúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado. 27 Al siguiente día, el segundo día del Novilunio (Rosh Jodesh), aconteció también que el asiento de David quedó vacío. Y Shaúl le dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Ishaí hoy ni ayer? 28 Y Jonatán respondió a Shaúl: David me pidió encarecidamente que lo dejara ir a Beit-Lejem (Belén), 29 diciendo: Te ruego que me dejes ir, porque nuestra familia celebra sacrificio en la ciudad, y mi hermano me lo ha mandado; por lo tanto, si he hallado gracia en tus ojos, permíteme ir ahora para visitar a mis hermanos. Por esto, pues, no ha venido a la mesa del rey.
30 Entonces se encendió la ira de Shaúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Ishaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? 31 Porque todo el tiempo que el hijo de Ishaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir. 32 Y Jonatán respondió a su padre Shaúl y le dijo: ¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho? 33 Entonces Shaúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David. 34 Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de Rosh Jodesh (el Novilunio); porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado.
35 Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con David, y un muchacho pequeño con él. 36 Y dijo al muchacho: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá de él. 37 Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti? 38 Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, date prisa, no te pares. Y el muchacho de Jonatán recogió las saetas, y vino a su señor. 39 Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y David entendían de lo que se trataba. 40 Luego le dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad. 41 Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más. 42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre del Eterno, diciendo: "Qué esté el Eterno entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre". Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad.
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