HAY QUE TENER PENSAMIENTOS POSITIVOS EN LA SUKÁ
Por el Rav Avigdor Miller
Una sucá, cuando se utiliza adecuadamente, puede ser un lugar de gran logro.
La sucá es una lección de humildad. La sucá nos recuerda que tenemos que actuar con paciencia y bondad hacia las demás personas, emulando la paciencia y bondad del Eterno hacia nosotros. Los avot (antepasados) vivían en tiendas de campaña para recordarse a sí mismos que todos somos visitantes en este mundo.
Con cada minuto que se pasa en la sucá, uno se da cuenta de que está cumpliendo un mandamiento positivo de la Torá. Cuanto más tiempo uno pasa sentado ahí y pensando que está haciendo la voluntad del Eterno, mucho más Mitzvot obtendrá. Cuanto más lo hace con Kavaná, mayor será la recompensa.
La sucá significa aislamiento de las naciones del mundo. Como está escrito: VaAvdel Etjem Min HaAmím, es decir:
-"Y los he separado de todas las naciones" (Vayikra 20:26).
La Sucá es una morada temporal que sirve para recordarnos que este mundo es solo temporal. Es un lugar donde nos preparamos por medio de la superación y las correcciones personales para ganar entrada al Olám Ha'Ba (el Mundo Venidero).
Esto es simplemente significa que el Eterno hizo que Israel habitara en sucot cuando los sacó de Egipto (Vaikrá 23:43). Tenemos que mirar el schaj y recordar que una vez estuvimos en el desierto, desprotegido y, sin embargo, más seguro que en cualquier otro momento de nuestra historia.
La Sucá es un símbolo de estar dentro del Eterno toda nuestra vida. Como está escrito:
Maón Haíta Lanu, es decir, "Tú (Eterno) eres nuestra morada" (Tehilím 90:1).
El Eterno es nuestra protección completa, El es todo lo que nos rodea, La única seguridad verdadera es el Eterno siempre.
HaShem Ejad - "El Eterno es Uno". No hay nada más que el Eterno en el mmundo.
Ferosh Aleinu Sucat Shelomeja - Y extiende tu Sucá de Paz sobre nosotros" (Hashkiveinu). Estamos en la sucá del Eterno, Es por eso que el Eterno se le llama "HaMakom", el "Lugar".
Esa es la lección de Sucot. Entramos en la Sucá para obtener más Emuná de que el Eterno solo es nuestra Sucá y nuestra única protección en ambos mundos y todos los asuntos, para siempre y en todo lo que nos rodea.
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