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| El Ha'Khel de Ezra el Cohén |
EZRA HASOFER (EL ESCRIBA)
Esta noche desde la puesta del sol y todo el día de mañana el 9 de Tevet es la Hilulá de:
Ezra Ha'Sofer y del profeta Nehemía. Zejer Tzadikim U'Kadoshim Livraja Zejutám Yagen Aleinu Amén!!!!
Algunos tienen la costumbre de estudiar la torá y encender una luz en su memoria.
Que en sus méritos se pueda construir el Beit Ha'Mikdash y que el Eterno reúna y traiga de vuelta a todos los Exiliados con la Venida del Mashíaj Rápidamente en nuestros días. ¡¡¡Amén!!!
Zejutám Yagen Aleinu Ve'al Kol Israel. ¡¡¡Amén!!!
¡¡HÁBLEMOS DE ELLOS!!
Ezra Ha'Sofer, Ha'Cohén era como el Moshe Rabeinu de su Generación. La Guemará dijo que si la Torá no hubiera sido entregada a través de Moshé, habría sido entregada a través de Ezra Ha'Sofer. ¡Qué su memoria sea de de gran bendición, y qué su mérito esté sobre nosotros! ¡Amén!
Ezra HaSofer dirigió la segunda ola de judíos que regresaron de Babilonia a Israel. Encabezó el renacimiento religioso de la gente allí al comienzo de la era del Segundo Templo. También dirigió a los Hombres de la Gran Asamblea, uno de los grupos de eruditos más influyentes en la historia judía.
En este articulo:
- Primeros años de Ezra
- El primer regreso a Israel
- El segundo regreso a Israel
- Restablecimiento de la Torá
- Llegada de Nehemías
- Promulgaciones de Ezra
- La escritura de Esdras
Primeros años de la vida de Ezra el Escriba
Se sabe muy poco sobre los primeros años de vida de Esdras el escriba. Nació en Babilonia en el seno de una familia sacerdotal y se dedicó al estudio de la Torá. De oficio era escriba, escribiendo libros de la Torá y los Profetas. Vivió en Babilonia durante las primeras décadas de su vida, estudiando con Baruch ben Neriah.
El primer regreso a Israel
A lo largo del período de tiempo del exilio babilónico, los judíos esperaron con impaciencia el día en que los reyes babilónicos o persas les permitieran regresar a su tierra y reconstruir el Templo. Cuando Ciro fue nombrado rey, sus esfuerzos finalmente fueron recompensados.
Ciro ordenó que se les permitiera regresar a Israel y reconstruir el Templo. Incluso prometió proporcionar suministros para el proyecto.
Extasiado, un gran contingente de 42.360 personas marchó de regreso a Israel, determinado a reconstruir el Templo y restaurarlo a su antigua gloria. Inmediatamente pusieron los cimientos, acompañados por la orquesta levita y los gritos de alegría de los presentes.
La euforia duró poco. Los demás habitantes de la tierra, sintiéndose amenazados por la repentina inmigración masiva, se opusieron al proyecto. Sobornaron a los funcionarios para que ordenaran detener el edificio, retrasando la construcción hasta que terminara el reinado de Ciro. El siguiente rey persa, Ajashverosh, fue menos amistoso con sus súbditos judíos. Aprovechando esto, los habitantes de Israel enviaron cartas diciéndole a Ahashverosh que los judíos estaban planeando una rebelión y propagando la sedición. Después de leer esas cartas, el rey detuvo el proyecto.6
El statu quo se mantuvo sin cambios hasta que Darío asumió el cargo de próximo rey persa. En el segundo año de su reinado, los profetas Hageo y Zacarías ordenaron a los judíos que reanudaran la construcción del Templo. Zorobabel y Jeshua ben Jehozadak aceptaron el llamado y encabezaron los esfuerzos de reconstrucción.
Una vez más, sin embargo, la noticia no fue bien recibida por los vecinos. Al rey Darius se le envió un informe de sus actividades y acordó dejarlos continuar solo después de buscar en los archivos y descubrir que el rey Cyrus había apoyado originalmente el proyecto. Después de que Darío alentó la construcción, esta continuó sin cesar hasta la eventual finalización del Templo cuatro años más tarde, en el tercero de Adar.
Ezra mismo no había ido con el primer grupo de retornados a Israel. Permaneció en Babilonia durante todo este período, ya sea para continuar sus estudios o para evitar cualquier lucha de poder con Jeshua ben Jehozadak por el puesto de sumo sacerdote.
Una vez que el primer grupo se fue, Ezra ganó prominencia en la comunidad judía de Babilonia. Comenzó el proceso de identificar linajes, investigar genealogías y formar listas familiares detalladas. Cuando salió de Babilonia, Ezra había aclarado la ascendencia de cada familia que vivía allí, identificando linajes tribales e hijos ilegítimos.
EL SEGUNDO REGRESO A ISRAEL
Después de un largo período en el que la construcción del Templo estuvo estancada, llegó a Babilonia la noticia de que su construcción había terminado. Esta vez Ezra no se quedaría fuera. Al año siguiente,13 el rey Artajerjes le dio permiso a Esdras para dirigir una inmigración masiva a Israel y hacer cumplir las leyes de Dios allí. Con esta seguridad, Ezra inició una campaña para devolver a todos los judíos a su patria. Viajó de pueblo en pueblo, informando a sus hermanos del inminente regreso a la Tierra de Israel y la reconstrucción del Templo.
Sus palabras fueron en su mayoría desatendidas. La mayoría de los judíos permaneció en Babilonia. Muchos incluso pensaron que estaba mintiendo y trataron de matarlo. Sin inmutarse, Ezra reunió a todos los que lo seguirían, un grupo relativamente pequeño de 1500, y partió hacia Israel. Trajo consigo mucho oro y plata para la construcción del Templo, junto con órdenes del rey al tesorero para que les diera abundantes cantidades de trigo, vino, aceite y sal. Su viaje duró cuatro meses y llegaron a la primera de Av.
Cuando llegaron, celebraron ofreciendo sacrificios a Dios y entregando el oro y la plata que habían traído a la tesorería del Templo.
RESTABLECIMIENTO DE LA TORAH
Poco después de que Esdras llegara a Jerusalén, se enteró del estado espiritual de los judíos allí. Se habían casado libremente con las mujeres no judías de la tierra y habían dejado de guardar las fiestas judías y otros mandamientos. Devastado, Ezra rasgó sus vestidos y se sentó de luto todo el día hasta la noche. Después de que se trajo el sacrificio de la tarde, se levantó y comenzó a orar en voz alta a Dios, llorando por el perdón de los pecados de su pueblo.
Una multitud se reunió lentamente para observar sus sentidas súplicas. Sus lágrimas también los conmovieron, y finalmente todo el grupo lloró junto con él, lamentando sus pecados. Entonces Secanías, hijo de Jehiel, se adelantó con una proposición. Hablando como representante del pueblo, pidió que Ezra asumiera un papel de liderazgo para ayudar al pueblo a dejar a sus esposas no judías y regresar al servicio de Dios.
Inmediatamente, Ezra formó un grupo de oficiales para este propósito, y les hizo jurar a todos que llevarían a cabo sus instrucciones. Después de hacerlo, envió una proclamación por toda la tierra para que todos los judíos que habían ascendido a Israel desde Babilonia se reunieran en Jerusalén en tres días.
La orden fue atendida. En el día señalado, la gente se sentó en grupos acurrucados, azotados por una poderosa tormenta, mientras Ezra les hablaba. Los reprendió por sus fechorías y los animó a mejorar sus caminos. Cuando terminó de hablar, la congregación acordó como uno solo dejar a sus esposas extranjeras.
Se estableció un sistema por el cual cada pueblo nombraba un oficial para que estuviera a cargo de la gente, asegurándose de que no se quedaran con mujeres gentiles. Uno por uno, los hombres se divorciaron de sus esposas extranjeras y trajeron ofrendas por el pecado. Para el primero de Nissan, solo tres meses después, los matrimonios mixtos eran cosa del pasado.
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Ezra también reunió a la gente y les leyó la Torá públicamente, familiarizándolos con sus leyes. Uno de los resultados inmediatos de aquella oración fue la renovada adhesión a las fiestas. Después de escuchar las leyes de la Fiesta de las Cabañas (Sukkot), la gente guardó la festividad con un fervor y una piedad que no se veían desde los días de Josué, hijo de Nun.
En ese momento, la gente también abrazó la observancia completa del Shabat.
LLEGADA DE NEHEMÍAS
Aunque Ezra era un líder espiritual fuerte y experimentó un éxito notable al influir en la población para fortalecer su conexión con Dios, su devoción sincera no condujo a una mejora del estado económico y militar. Durante los siguientes 12 años la situación empeoró. Los muros de Jerusalén se estaban desmoronando y los enemigos saqueaban la zona de forma rutinaria. Una sensación de resignación invadió a la gente. Aceptaron el statu quo, sin estar dispuestos a trabajar para cambiarlo.
Entonces llegó un funcionario del gobierno judío de Babilonia, llamado Nehemías. Había oído hablar de la terrible situación y tenía la misión de solucionarlo. Inspiró a la gente a reconstruir los muros y defenderse. Pronto Nehemías fue nombrado gobernador del área, administrando las necesidades físicas del pueblo judío mientras Esdras se ocupaba de su bienestar espiritual.
Leer más: Nehemías
PROMULGACIONES DE EZRA
Ezra instituyó diez promulgaciones principales:
1) Que la Torá sea leída públicamente durante el servicio de la tarde en Shabat.
2) Que la Torá sea leída públicamente durante los servicios matutinos del lunes y jueves.
3) Que los jueces se reúnan los lunes y jueves para juzgar al pueblo.
4) Que la ropa se debe lavar el jueves en preparación para el Shabat.
5) Que el ajo se debe comer el viernes, en preparación para el Shabat.
6) Que las mujeres deben hornear el pan temprano en la mañana para tenerlo listo para dar a los pobres.
7) Que las mujeres deben usar ropa interior.
8) Que las mujeres deben lavarse el cabello antes de sumergirse en una Mikve.
9) Que por los pueblos circulen vendedores ambulantes vendiendo cosméticos, para que estén prontos a la venta.
10) Que los hombres que experimenten una emisión nocturna deben sumergirse en una Mikvé antes de estudiar Torá.
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Ezra es una de las pocas personas que supervisó la preparación de la vaca roja para su uso en el Templo como medio de purificación.
LA ESCRITURA DE EZRA
Ezra fue un escritor prolífico, autor del libro de Ezra, el libro de Malaquías y el libro de Crónicas hasta su época. También estableció meticulosamente un texto modelo para la Torá, escribiendo un pergamino contra el cual se verificaría la precisión de todos los demás pergaminos de la Torá. Se mantuvo en el Templo durante todo el período del Segundo Templo. Es debido a su diligencia que nuestros rollos de la Torá se han mantenido invariablemente y notablemente precisos hasta el día de hoy.
Uno de los principales logros de Ezra fue el restablecimiento de la observancia de la Torá en Israel, asegurando que su observancia no se perdería. También estableció la Gran Asamblea, que fue responsable de formar la liturgia de la oración, junto con muchos de los sistemas de la ley judía vigentes en la actualidad.
Por Mendel Adelman
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