¡EXCLUSIVO! LA HISTORIA MÁS HERMOSA CONTADA POR BINYAMIN BENHAMOU DE TORÁ BOX,
LA INCREÍBLE MISIÓN MUY SECRETA EN SIRIA
Para esta semana les voy a contar una historia pero muy muy muy poco conocida sobre el sabio Israel Abujatseira, mejor conocido como el Baba Salé, ya que estamos en el periodo posterior a su Hilulá.
Esta historia comienza con un señor llamado Abraham Walter, un bioquímico reconocido de Estados Unidos de América, un buen día éste decidió cambiar por completo de profesión con la bendición de su Rav. Pues él decidió convertirse en educador con la que también se hizo muy buena reputación después de años de experiencia, él se topó con una oferta de trabajo que le llamó la atención, se trataba de un puesto disponible en Israel, el ganador del puesto trabajaría para la agencia para el desarrollo internacional en ese país. La tarea es de evaluar las escuelas y las universidades de Oriente Medio que buscan financiación americana.
Abraham pasó la prueba y tuvo la suerte de ser el ganador de entre 600 aspirantes. Su candidatura fue seleccionada el 19 de junio. Tiempo después llega Abraham a Israel, se instala en el barrio de Vegan Beat en Jerusalén, y el departamento de Estado Americano le asigna un enlace americano oficial llamado John Williams, éste era responsable de todo el trabajo de campo; desde el desarrollo de programas hasta el transporte, de llamadas telefónicas para facilitar la búsqueda de Avraham en las diversas escuelas de la zona.
Una mañana John le anuncia el programa del día y uno de los destinos para ese día era la localidad de Netivot, un poblado del sur de Israel. Abraham le informa a John directamente, el hecho de que hay un gran sabio que vive en Nitivot, a él también le gustaría que tomen un desvío para poder tomar una
bendición en casa de ese sabio. John no estaba en contra, pero él no estaba seguro de que tendrían tiempo con la agenda del día que tenían planeado en Netivot. Sin embargo, al llegar a la localidad, su vehículo se descompuso. Pero bueno, él no entró en pánico, si no que investigó, y vieron que había un taller de mecánica enfrente, John fue a buscar al mecánico, que inmediatamente pudo detectar un problema con la correa del vehículo, les anuncia que se tomaría unas dos horas para reparar el vehículo.
John le dice a Abraham: “Yo voy a esperar aquí hasta que el auto sea reparado, ¿por qué tú no vas a visitar al hombre sabio del que me hablaste durante ese tiempo? Abraham estuvo de acuerdo con la idea, e inmediatamente llama un taxi y se pone en camino hacia la casa del Rav Israel Abujatseira, el ilustre Baba Salé. Al llegar a la casa del sabio, Abraham entra por un pasillo lleno de gente esperando tener suficiente tiempo con las dos horas para poder encontrarse con el Ilustre Baba Salé. Abraham a penas acaba de entrar cuando un hombre abre la puerta desde adentro, llega al pasillo de abajo y pregunta: “¿Está un tal Abraham aquí?”
¿COMO ES POSIBLE, COMO SABÍAN QUE IBA ESTAR AQUÍ?
Abraham sabia que no era por el que llamaban ya que el acaba de llegar, es imposible que pueda ser su turno. Pero al ver que nadie contesta el hombre desaparece, y al final de unos minutos vuelve y pregunta una vez más: “¿Abraham está ahí? Al percibir que nadie contesta allí, Abraham hecha vistazo, pero nota que nadie reacciona entre la gente que hay ahí, entonces dice:
“Mi nombre es Abraham”, el hombre le dice, ven conmigo, por favor. Abraham sigue al hombre a una de las habitaciones, y de repente el Baba Salé entra y lo recibe calurosamente. Mientras Abraham está aún sentado con la intimidación y la emoción del momento, unos instantes después se abre la puerta de nuevo y entra también el Ilustre Rav Ovadia Yosef (Jefe supremo de la comunidad Sefardí mundial), y empieza a discutir con el Baba Salé en árabe, los dos se vuelven hacia Abraham y le dice el Baba salé en hebreo, hay una señora llamada Dabda que había logrado escapar de Siria, pero su esposo no tuvo la misma suerte, el no logró escapar, por el momento ella tiene el estatus de “Aguná”. El problema es que ella no sabe si su esposo esta muerto o vivo. Si él esta von vida, ella no tiene derecho a volverse a casar. Cuando vayas a siria, trata de averiguar su destino.
A Abraham le resulta difícil creer lo que está escuchando, ninguna de estas personas tiene ninguna idea de quién es él, ciertamente ellos no deberían saber, el por qué él está en este momento residiendo en Israel. Entonces, ¿Por qué se imaginan que él iría a Siria, para una misión en si?
Muy delicado el asunto. Pero sobre todo, ¿cómo supieron estos dos ilustres Rabanim que yo vendría hoy a visitar a Baba salé? ¿Y por qué escogió venir a Netivot hoy y no otro día el Jefe supremo de la comunidad Sefardí mundial. Pero Abraham no se atreve a contradecir a los honorables rabinos y antes de irse el Baba salé bendijo a Abraham e incluso le dió su número de teléfono privado.
Después de menos de una hora en Abraham finalmente se vuelve a encontrar con John, con el auto ya reparado y se van, y siguen en su misión de trabajo. Al día siguiente John llama a Abraham y le dice que esté listo para partir a las 7:30 a. m., porque le gustaría empezar temprano el día. Le cuenta que hay una base militar al norte de Jerusalén que les ofrece usar un helicóptero, para que puedan ir a Chipre; lo cual les permitirá viajar a Siria, donde les está esperando parte de su trabajo para el día. Entonces, Abraham le asegura a John que llegará a tiempo.
La primera parte del viaje transcurre sin incidentes con el helicóptero, llegan sin problemas la isla de Chipre. Luego salen suavemente de Chipre, vuelan sobre las montañas del los Altos del Golán hacia Kuna en siria, y de repente, sin previo aviso, el helicóptero comienza a temblar violentamente, Abraham se aferra al asiento, con el que el piloto pelea con el timón del helicóptero, el piloto hace su descenso al suelo, se acerca y acelera; pero el piloto logró retomar el control y aterriza suavemente en ese lugar. Ahí les anuncia que están en Siria y le pide a John que lo ayude a revisar el estado del helicóptero. Mientras tanto Abraham se recupera de la grandes bocanadas de aire del desierto. La zona está completamente desierta.
Al encontrarse en ese desierto abierto, él decide de tomar aire en el desierto y se aleja sin querer del helicóptero. De repente Abraham nota una casita, el lugar parecía estar en ruinas, y acribillada de balas. Él se acerca y de pronto ve a un hombre al lado de la casa. Él cierra los ojos temblando pensando disipar el espejismo, pero volver abrir los ojos, ve salir a un hombre de la casita, que se dirige en su dirección, el sigue caminando hasta que llega a Abraham, y le empieza a hablar en mal ingles. Le dice: “¿tú americano?” Abraham le dice que si; entonces el hombre le dice: “Tengo que hablar contigo, soy una buena persona, algo me molesta. Tengo que contárselo a alguien; dejarme hablar de eso. Soy guardia de prisión, se llevaron a un judío, lo torturaron hasta el que se murió, y lo echaron como a un animal salvaje a la basura; pero yo lo tomé y lo enterré.” Abraham le preguntó: “¿Cómo se llamaba ese judío?” Y el hombre le dice: “Dadba”
Ahí Abraham se recuerda que ese era el mismo apellido de la mujer que había huido de siria, y que se encontraba en estado “Aguná”, según los dichos del Baba Salé y el Rav Ovadia Yosef. Debe de tratarse del difunto de la pobre mujer que le contaron el día antes en Netivot. Abraham le hace seña al hombre para que venga con el, gesticulando hacia el helicóptero y allí le dijo a John: “Ven aquí, por favor”.
John siente que hace mucho calor, por lo que se apresura a unirse a Abraham, y le dice John: “Aquí estoy, te escucho, ¿qué quieres con este hombre?” Entonces le cuenta como se topó con este hombre, como le había aparecido de la nada y me dijo algo. Solo quiero que tú escuches lo que me dijo. Quiero estar seguro. No estoy alucinando. El sirio repite en particular lo que había dicho antes. Ahí Abraham vuelve a escuchar el nombre de Dabda ..,
Mientras tanto, el piloto los llama, porque logró que el helicóptero volviera a funcionar. John y Abraham se dan la vuelta para saludar al hombre sirio, pero él había desaparecido, ya no lo veían. ¿cómo es posible que no sepamos que se había ido, y por donde se había ido? Todo esto era demasiado emotivo para hablar de eso en ese momento. Ya es suficiente para el día de hoy. Abraham estaba temblando, tenía mucha dificultad para mantenerse, ahí John entiende que su colega Abraham estaba demasiado preocupado para seguir; por lo que decide acortar su misión y llevárselo a casa. Cuando logran aterrizar en Jerusalén, Abraham tenía alta fiebre, John lo lleva a su casa, él fue directo a la cama, el teléfono suena a la mañana siguiente y despierta a Abraham. Se trataba de Laura le dijo que Ovadia Yosef le pregunta que si había encontrado algo. A penas pudo agarrar el teléfono con dos dedos que casi se le cae de las manos. Ahí le responde al Rav que sí, y le preguntó si podían verse para hablar de eso más tarde en la mañana.
Abraham aún no entiende muy bien que estaba pasando, pero le da las gracias por darle la oportunidad de participar en esta misión secreta y sagrada. Pero el Rav Ovadia Yosef le contesta que la persona a la que tienes que agradecer era el Sabio Israel Abuhatseira, el Baba Salé. El es el único que puede lograr tal milagro, su genio rodeó su preocupación por sus hermanos judíos, cosa que lo lleva a hacer todo lo que estaba en su poder, aún obrando más allá de los límites de la naturaleza, todo para aliviar el sufrimiento de los Judíos.
Abraham permanece desconcertado sobre un punto, y pregunta: “¿Es posible aceptar el testimonio de una persona que no es judía para permitir que una mujer se vuelva a casar? ¿Eso está bien, probar de manera milagrosa que el esposo había muerto? Será esto aceptable con una circunstancia así, con algo no solo milagroso, sino por medio de espejismos? Sí, les aclaró el Rav Ovadia Yosef, sobre todo sabemos que en varios casos los grandes sabios de la Torá del pasado, apelaban a los no judíos bajo estas condiciones, pero agrega; no obstante cuando regreses a los Estados Unidos, me gustaria que lo discutas con tu Rfabino; y con el gran Rav Yakov Cabinetzky y con el Rav Moshe Fenstein a ver nos dicen sobre este asunto los grandes Dayanim de America, ya que ellos son los Grandes Tzadikim de la generación en America, regresa a mi y traeme sus respuesta sobre este tema. Abraham no le contesta nada; ya que el no tiene intenciones de regresar a los Estados Unidos - Al menos quizás dentro de un año.
Sin embargo, tan pronto como regresa a su casa, Abraham descubre que los planes familiares han cambiado, su esposa está molesta, ella le dice que su padre se ha enfermado y ahora debe regresar a los Estados Unidos, por lo que, el Departamento de Estado le da el permiso de regresar para ir y regresar para continuar su misión en septiembre. Abraham y su familia regresan a América, Abraham consulta inmediatamente a su Rav, a quien le hace la pregunta de Ovadia Yosef; y el Rav se lo pudo confirmar citando 24 fuentes que autorizan a la mujer a casarse de nuevo. Abraham luego visita al Rav Yakov Caminetzki que también se lo prueba citando 24 referencias bíblicas que permiten a la mujer volver a casarse, y Abraham se encuentra con el Gran Rav Moshe Feinstein que también se lo prueba citando 31 referencias bíblicas que autoriza a una mujer Aguná a casarse en similares circunstancias.
Abraham transmite todas estas respuestas por audio al Ilustre Rav Ovadia Yosef en Jerusalén; quien luego le otorga oficialmente a la Señora Dadba el permiso para que se vuelva a casar.
Mientras tanto Abraham estaba planeando su próximo viaje a Israel, pero estos planes fracasan a causa de la guerra. Ya que la guerra había estallado unas semanas más tarde, el gobierno estadounidense suspende todo financiamiento en el extranjero. Abraham es transferido a otro puesto.
La Sra. Dadba había huido de Siria con sus hijos más pequeños, los dos hijos mayores; mientras que una niña de 13 años y un hijo de 12 años iban a cruzar la frontera con su esposo, pero él fue capturado y asesinado; mientras los niños tuvieron que quedarse con una familia en Siria. Sin embargo, mientras ella escapaba de Siria, la señora fue alcanzada por una de las balas disparadas de una pistola, ese proyectil le había perforado la columna, los médicos temen operarla para quitarle la bala, porque estaba en el lugar equivocado. Mientras tanto, ella permanece en un centro de rehabilitación en Israel, con la bala en su columna, ella está tratando de recuperarse de su grave herida.
Abraham sigue interesado en el destino de la familia porque estaba tan molesto por esa situación. El logró relacionarse con ella, y cuando se entera del estado crítico de la señora, él decide traerla a los Estados Unidos donde allí ella tendrá más posibilidades de encontrar un médico que la 'operará. Y así ella hizo el viaje en 1978. Abraham la llevó a un buen centro medico ortopédico pero los médicos son pesimistas, ellos explican que hay una posibilidad en 1000 de que la operación sea exitosa, pero el riesgo es que quede completamente paralizada. Y también había otro problema, se trataba de un problema de dinero. Ya que la señora Dadba no tenía seguro médico y caso anunciaba un procedimiento largo y muy costoso.
Abraham, afortunadamente, se dirigió al doctor Arnold, que fue muy generoso renunciando a su honorario. El la operaría gratuitamente, solo pedía que la Sra. Dadba firmara un formulario de autorización para hacer la intervención y renuncia a su tarifa habitual de 40.000 dólares. Abraham por lo tanto anuncia las Buenas Nuevas a la Sra. Daba, él le explica todas las posibles complicaciones. La señora dice estar dispuesta a correr el riesgo. Pero con una condición, ya que existe el riesgo de que la operación fracase, pues ella quisiera ver a sus dos hijos que aún estaban en Siria por una última vez, antes de someterse a una operación tan riesgosa.
Abraham le responde que es imposible, porque no había vínculo diplomático entre los Estados Unidos y Siria en este momento, pero la señora en su posición no acepta la operación; mientras no haya vuelto a ver a esos dos hijos, es la emoción, pero incluso si la situación se vuelve desesperada, Abraham sabe que debe al menos tratar su suerte, entonces él llama a todos sus contactos, todos se rien de él, diciendo que que estaba pidiendo lo imposible.
Pasan las semanas sin ningún progreso en su investigación; una tarde mientras Abraham estaba perturbado, no podía cerrar los ojos tratando de solucionar el problema en todos los sentidos. Pero ahí, de repente le surge una idea excepcional, se dijo: voy a escribirle al embajador sirio ante la ONU invocando una situación humanitaria. Y así lo hizo, el describió el sufrimiento de la Señora Dadba en una carta muy conmovedora.
El hizo un llamamiento a la clemencia en base de las necesidades humanitarias, el escribe diciendo que él asume toda la responsabilidad por los dos hijos de la señora, si firman el acuerdo para que puedan venir a visitar a su madre, él se encargaría de su estancia en los Estados Unidos, y de su pronto regreso a Siria. Unos días después, el embajador sirio, el Sr. Cabani, lo llama y le da una cita en su oficina para reunirse realmente con el embajador más tarde ese día y le anuncia que el presidente Raphaël Assad ha aceptado su solicitud humanitaria; pero había dos condiciones; la primera que estos niños tienen que ir directamente a los Estados Unidos, sin pasar por Israel, y el segundo es que antes deben pagar un deposito de seguridad de 75.000 dólares para asegurar el regreso de los niños a Siria.
Abraham sale de la oficina en una verdadera nube, le cuesta creer que su solicitud haya sido aprobada la mano de finalización ha sido claramente evidente ahora queda por financiar esta suma que será devuelta a los donantes, tan pronto los niños regresan a Siria. Entonces, él habla directamente con los contactos, y logró encontrar suficiente gente para prestar ese dinero, incluyendo lo suficiente para cubrir los gastos de viaje a América, le envía el dinero al embajador, quien le promete que los niños estarán allí en cuatro semanas, y durante este tiempo Abraham prepara todo para la operación de la Señora Dadba 5 semanas después para permitir que esta viera a sus hijos unos días antes de la intervención.
Un mes después los niños llegan a los Estados Unidos, un reencuentro conmovedor, la mamá que no había visto a sus hijos por varios años; la emoción estaba en su apogeo, la operación podría no tener éxito, ellos podrían no volver a verse nunca más. Entonces, la operación tuvo lugar
unos días después, todo fue un éxito total. No hay temor de que ella volverá a caminar. Se necesitaran unos dos años de rehabilitación para poder ser independiente. Mientras tanto la madre y sus hijos pasaron dos hermosas semanas juntos. Luego Abraham los acompañó a la embajada Siria. El embajador le devuelve los $75,000.
Sin embargo, todos los donantes tuvieron la misma respuesta, le dijeron a Abraham que se queden con el dinero, y que lo usen para los niños, que lo inviertan para ayudarlos a casarse y formar sus familias. Por su parte Abraham invirtió todo el dinero para el futuro de los niños.
Unos meses después, el embajador sirio vuelve a llamar a Abraham y le dice, señor Walter, tengo buenas noticias para usted. Mi gobierno quedó muy impresionado con la forma en que usted manejó la situación con honestidad y clase, adelantémonos al juego anticipando. Estamos de acuerdo que usted ha sido un gran benefactor. Has cumplido su palabra al traer de vuelta a los niños; y por lo tanto,
el gobierno sirio ha decidido como un gesto humanitario excepcional confiarle la custodia de los niños para que puedan vivir con su madre la única condición de que tienen que vivir en los Estados Unidos y usted se encargará de su nacionalidad.
Entonces ahí le cuento que me quedo sin palabras; lo que quiero decir su excelencia, es que no encuentro palabras para expresar mi agradecimiento por tu gesto. Muchísimas gracias.
Poco después los dos niños regresan a los Estados Unidos se quedan hasta la edad adulta, se casan forman sus propios hogares, y finalmente, deciden que toda la familia se establezca en Israel y como Abraham ya no tenía la custodia de los los niños, siendo ellos ya adultos, ya sabían que la promesa hecha al embajador, ya no era aplicable.
Organizan su viaje y prometen mantenerse en contacto. Las buenas nuevas de Najas se sucedieron, unas tras otras. Y finalmente Señora Dadba, ella misma se volvió a casar, así como logró celebrar el casamiento de todos sus hijos. Abraham había establecido fondos de apoyo para los niños y con eso él pudo aligerar la carga financiera de la señora Dadba hasta hoy.
Cada uno de los hijos de la Señora Dadba lograron fundar hogares de
Torá, con sus propios hijos y yernos; todos estudian Torá en los
Colel, siguieron progresando en la Torá en esa familia muy hermosa,
lleno de temor al cielo.
Este destino fue excepcional, todo en base a
dos pilares; en primer lugar la Hashgajá Pratit, es decir los hechos
de intervención de la providencia divina particular; de la cual
todos somos depositarios y la Emuná en los verdaderos sabios de
Israel, los verdaderos Tzadikím que guían y ayudan al pueblo de
Israel, algunos de los cuales tienen el espíritu divino que emana de
su erudición y no de fechorías de los seres humanos. Todo en base a
se devoción por el estudio de la Torá, y por la sabiduría de Dios.
Por la bondad ilimitada del Eterno que también les permite analizar
y más allá de los eventos que están totalmente fuera del alcance
natural de los seres humanos.
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