EL PRIMERO DE TAMUZ ES LA HILULA DE YOSEF HA'TZADIK
Yosef Ha'Tzadik (José el hijo de Jacob) fue el padre Efraím y Manashé, José era uno de los 12 hijos de Yaakov Avinu, y él se convirtió en una Merkavá (un vehículo) para la Sefirá de Yesod.
Yosef al ser el primogénito de Rajel Imenu, la amada esposa de Yaakov Avinu (Jacob el Patriarca); su tribu cuenta por dos; ya que su madre Raquel Imeinu había fallecido sin llevar el que había de ser el último hijo de Jacob. Por lo que los hijos de José; Efraím y Manashé pasaron a ser dos tribus separadas en Israel.
Y aunque José no era el primogénito deJacob, su padre le quitó la primogenitura a hijo Rubén y se la dió a José. Era adecuado que la primogenitura fuera de Raquel. (Bava Batra 86:6, 123a).
El Ruaj Ha'Kodesh (La Inspiración Divina) descansó sobre José desde su tierna juventud hasta el día de su muerte, guiándolo en todos los asuntos de sabiduría (Pirkei de Rabí Eliezer 39).
Cuando José salió a gobernar Egipto, las hijas de los reyes se asomaban por las celosías y le arrojaban joyas y anillos para que las mirara, pero él no miraba (Bereshit Rabá 98:18). Todos los días vio a las hijas de los reyes, a veces adornadas, a veces perfumadas, a veces desnudas, pero no se dejó tentar (Yalkut Shimoní, Vayeshev 145).
Después de ser vendido por sus hermanos, José terminó en Egipto. Trabajó en la casa de Potifar. La esposa de Potifar trató todos los días de seducirlo, pero él se negó una y otra vez a entregarse a ella.
En el Zohar (Zohar I, p. 194b) "Rabí Shimón dice, antes de que le ocurriera esa prueba a José, él no era llamado Tzadik. Fue precisamente, por el hecho de haber evitado dañar el pacto de Yesod (la fundación) que él logró título de Tzadik". Por lo tanto, el encuentro de José con la esposa de Potifar fue un punto de inflexión en su vida.
Un Tzadik es ser fundamento del mundo (Yesod Olam). El rabino Moshe Jaim Luzzato (en el libro de reglas, Sefer Ha'Klalim) explica que la cualidad de Yesod, fundamento, es que canaliza la abundancia de las otras cualidades (Sefirot). El Eterno está lleno hasta rebosar Jesed y Biná (Bondad y entendimiento). Esta abundancia se dirige a través de la fundación llamada Yesod, a su destino final, nuestro nivel físico mundano.
Las fundaciones también tienen otra cualidad: están bien ancladas. Debido a que transfieren energía entre dos fuerzas, están conectados a ambas. El tzadik está conectado tanto con el mundo espiritual como con el mundo material actuando como un canal por el cual la abundancia espiritual fluye en el mundo material. Como tal, el justo (Tzadik) tiene raíces profundas y no se deja llevar fácilmente. José era un Tzadik, porque José canalizó la generosidad del Eterno. Si no hubiera sido por el nombramiento de José como virrey, Egipto habría desperdiciado los siete años de abundancia.
El Alma de José
Cuando José fue liberado de la cárcel recibió una encarnación del alma de Janoj ben Yered (quien se convirtió en el ángel Matatrón), un alma elevada del nivel de Neshamá de Atzilut de Zihara ila'ah. Este nivel del alma estaba incluido en Adán, pero no fue dañado por su pecado. Esta alma de alto nivel le dió a josé la belleza de Adán. Esa misma noche el ángel Gavriel se le apareció a José y le enseñó 70 idiomas (Sha'ar Ha'Gilgulím, Ha'kdama 31).
El alma de José regresó como uno de los Asara Harugei Maljut (Diez Mártires), (un incidente que tuvo lugar después de la destrucción del Segundo Templo), el rabino Ishmael el Cohén Gadól fue el Guilgul de José, Según el Ari (R' Yitzjak Luria, el Arizal).
José mismo hizo que los hermanos lo vendieran, y todo lo que le sucedió como resultado (Sha'ar Ha'Gilgulim, Ha'kdama 31). Entre hacer públicos sus sueños de gobernar y hablar Lashón Hará sobre sus hermanos, José atrajo sobre sí toda su desgracia.
"La ciudad de Shejém (Nablus), es el secreto de José, ¿quién corresponde a la sefirá Yesod? Es por eso que Shejém le fue dada a José y a sus descendientes, porque su atributo es Yesod". (Jesed L'Avraham, Ma'ayan 3, Nahar 13, por el rabino Avraham Azulai). José fue sepultado en la ciudad de Shejém (Nablus).
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