¿A QUIÉNES Y DE QUIÉNES HABLA EZEQUIEL 36?
De hecho, en Ezequiel 36 Dios les habla a los Judíos; pero también a la Tierra de Israel. ¿Por qué será que Dios le habla a los Montes, a los valles y a elementos en la Tierra de Israel? Eso no lo sé. Pero sí sé que Dios había hecho un Pacto con la Tierra de Israel, y eso lo vemos aquí:
"Entonces me acordaré de mi pacto con Jacob, y también de mi pacto con Isaac, y también me acordaré de mi pacto con Abraham; y me acordaré de la tierra (Levítico 26:42)"
Dios se va a recordar no solamente de los Judíos para devolverlos a su tierra, sino también se va a recordar de su juramento de restaurar la tierra de Israel para que sean como un jardín de Edén.
El tiempo en cuando Dios va a restaurar a todo Israel físicamente; el país y la gente. En ese tiempo también va castigar a todos los que no son Judíos que se han adueñado de la heredad de los Judíos de las 12 tribus de Israel. Y ese juramento de castigo vale para los Edomitas, los Romanos, Los Cristianos, Los Árabes o musulmanes, etc. Es decir a todos los que conquistaron la Tierra Santa a través de la historia. Después de eso dice el Eterno en su juramento que ya no se oirá hablar de "Hamas" nunca más.
Isaías 60:18 Nunca más se oirá de Hamás en tu tierra, ya no habrá violencia, ni desolación ni destrucción dentro de tus fronteras; sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.
¿Qué significa Hamás? La primera vez que vimos esta palabra fue en Génesis, esa fue la palabra que Dios había usado como una de las razones de por qué iba a destruir la Tierra por medio del Diluvio. Como está escrito toda la Tierra se ha llenado de Hamás..
“Génesis 6:13 Entonces Dios le dijo a Noé: He decidido ponerle fin a toda carne, porque la tierra está llena de Hamás por causa de ellos; y he aquí, pues voy a destruirlos a todos”...
Según los sabios la palabra Hamás que muchos han traducido como violencia realmente quiere decir; no solo violencia sino secuestros y violencias; sobre todo la violencia contra víctimas tales como las mujeres, niños y ancianos, eso incluye violar a las víctimas y masacrarlas.
¿Y a quiénes se refiere el texto cuando acusa a Edóm, y a todas las naciones de alrededor? ¿Y Quiénes son los remanentes de las naciones que viven en la tierra de Israel que el texto acusa de robar la Tierra de Israel?
Edóm era el hermano de Jacob también llamado Esaú, pero este Edóm mencionado aquí son los Romanos y las naciones occidentales osea las naciones que desde la conquista por Roma le impiden a los Judíos volver a su heredad completa. Y el remanentes de las naciones son los dichos Palestinos y musulmanes que siguen reclamando que la Tierra de Israel les pertenece.
RESTAURACIÓN DE ISRAEL EN SU TIERRA Y EN SUS CIUDADES
Ezekiel 36
36 Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y diles así : Oh Montes de Israel, oigan palabra del Eterno. 2 Así ha dicho el Eterno el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de ustedes:
¡Ea! también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad;
3 profetiza, por tanto, y diles: Así ha dicho el Eterno el Señor: Por cuanto ellos los asolaron y se los han tragado de todas partes, para que pasen a ser heredad de otras naciones, y se les ha hecho caer en boca de habladores (en boca de mentirosos) y ser el oprobio de las naciones, 4 por tanto, oh montes de Israel, oigan palabra del Eterno el Señor: Así ha dicho el Eterno el Señor a los montes y a las colinas, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y a los asolamientos y a las ciudades aruinadas y desamparadas, que fueron puestas por botín y escarnio de las otras naciones de alrededor;
5 por eso, así ha dicho el Eterno el Señor:
He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra el remanente de las demás naciones, y contra todo Edóm, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría, de todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que sus expulsados Judíos fuesen presa suya.
6 Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y diles a los montes y a las colinas, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho el Eterno el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto han llevado el oprobio de las naciones. 7 Por lo cual así ha dicho el Eterno el Señor:
Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a su alrededor han de llevar su afrenta.
8 Mas ustedes, oh montes de Israel, darán sus ramas, y llevarán su fruto para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir. 9 Porque he aquí, yo estoy por ustedes, y a ustedes me volveré, y serán labrados y sembrados. 10 Y haré multiplicar sobre ustedes hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas. 11 Multiplicaré sobre ustedes hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y les haré morar como solían antiguamente, y les haré mayor bien que en sus principios; y sabrán que yo soy el Eterno. 12 Y haré andar hombres sobre ustedes, a mi pueblo Israel; y tomarán posesión de ti, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos.
13 Así ha dicho el Eterno el Señor: Por cuanto dicen de ustedes: Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tu nación has sido; 14 por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás a los hijos de tu nación, dice el Eterno el Señor. 15 Y nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu nación, dice el Eterno el Señor.
16 Vino a mí palabra del Eterno, diciendo: 17 Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. 18 Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. 19 Los esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué. 20 Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose dellos:
Estos son pueblo del Eterno, y de la tierra de él han salido. 21 Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.
22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho el Eterno el Señor: No lo hago por ustedes, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanaron ustedes entre las naciones adonde han llegado. 23 Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanaron ustedes en medio dellas; y sabrán las naciones que yo soy el Eterno, dice el Eterno el Señor, cuando sea santificado en ustedes delante de sus ojos. 24 Y yo los tomaré de entre las naciones, y los recogeré de todas las tierras, y los traeré a su país. 25
Esparciré sobre ustedes agua limpia, y serán limpiados de todas sus inmundicias; y de todos sus ídolos los limpiaré. 26 Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de ustedes; y quitaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne.
27 Y pondré dentro de ustedes mi Espíritu, y haré que anden en mis estatutos, y guarden mis preceptos, y los pongan por obra. 28 Habitarán en la tierra que le di a sus padres, y ustedes me serán por pueblo, y yo les seré a ustedes por Dios. 29 Y los guardaré de todas sus inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no les daré hambre. 30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más reciban oprobio de hambre entre las naciones. 31 Y se acordarán de sus malos caminos, y de sus obras que no fueron buenas; y se avergonzarán de ustedes mismos por sus iniquidades y por sus abominaciones.
32 No lo hago por ustedes, dice el Eterno el Señor, sépanlo bien; averguéncense y cúbranse de confusión por sus iniquidades, oh casa de Israel.
33 Así ha dicho el Eterno el Señor: El día que los limpie de todas sus iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas. 34 Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaban. 35 Y dirán:
Esta tierra que había estado asolada ha venido a ser como el huerto de Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas. 36 Y las naciones que queden en sus alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo el Eterno he hablado, y lo haré.
37 Así ha dicho el Eterno el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños. 38 Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes,
así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy el Eterno.
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