¿CUÁL ES EL ZEJUT (EL MÉRITO) DE YEHUDÁ?
15 de Sivan es el Hilulá de Yehudá
RETRATO DE UNO DE LOS PATRIARCAS DE ISRAEL
Y Los 3 Pactos Eternos con Dios
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La Yeshivá nunca dejó de estar entre nosotros (Yomá 28b)
¿Quién era Juda o Yehudá? Yehudá o Judá era el cuarto hijo de Jacob el hijo de Isaac hijo de Abrahám el príncipe del Eterno en la Tierra (Genesis 23:6), Yehudá es el hijo de Jacob por el cuál son conocidos todos Israelitas hoy, los Judíos, la palabra Judea era su territorio y sus habitantes son los Judíos; y uno de los descendientes de Yehudá será el Mesías (Génesis 29:35; 49:8–12).
Yehudá es una tribu que desciende de Judá, cuyo territorio tribal llamado Judá (Yehudá) se convirtió en el núcleo del reino de David y, después de que el reino se dividió en Israel y Judá, el reino del sur de Judá, con Jerusalén como su centro.
¿Por qué Yehudá y sus hijos los Judíos han sobrevivido a través de los siglos mientras otras civilizaciones y religiones han aparecido y desaparecido?
En realidad, según todos los indicios, los Judíos deberían haber desaparecido ya hace mucho tiempo de su lugar en el estante de la historia, como todas las demás naciones que alguna vez fueron grandes.
El hecho de que no lo hayamos desaparecido, no es nada menos que un milagro absoluto. Rabbenu Bajayé, un sabio y comentarista bíblico del siglo XIII, escribió que si hoy quieres ver un milagro real y vivo (y esto fue hace casi un milenio), entonces échale un vistazo a cualquier judío. ¿Se supone que todavía está aquí? ¿No debería haber desaparecido? ¿Es un milagro verdad?
Las verdaderas preguntas son ¿por qué y cómo?
Cómo es sencillo. Dios lo hizo y continúa haciéndolo. ¿De quién más sospecharíamos que realizara milagros sino Él?
En cuanto a por qué, un poco de trasfondo: hace unos 3.500 años, nuestro antepasado Abrahám enseñó a un mundo confuso y desarraigado sobre el Único Dios y Sus expectativas sobre el ser humano. En un momento de su vida (ver Génesis 15), cuando Abrahám le preguntó a Dios: "¿Cómo sabré yo que heredaré la Tierra de Israel?", Dios le respondió cimentando Su relación eterna con Abrahám y sus descendientes. En este Pacto, Dios prometió protegernos siempre y, a cambio, seremos Sus agentes aquí abajo para difundir la moralidad absoluta, la bondad y la justicia, la Divinidad, la santidad de la vida y otros valores que se originaron con Abrahám y que ahora tienen aceptación en la mayoría de las civilizaciones del mundo. Se podría decir que somos la oficina de relaciones públicas de Dios.
Ahora bien, usted podría preguntarse:
¿Qué pasa con todas las ocasiones en que los judíos no cumplieron su parte del trato? ¿Se vuelve Dios selectivo? ¿Lleva la puntuación?
La respuesta está muy clara, ejemplo tenemos en las Tribus hermanas de Yehudá que no aparecen con nosotros desde hace mucho tiempo; aunque Dios sigue hablando de ellos, porque Él no los ha abandonados.
Hay pacto que mantener, la definición misma de pacto es que es el tipo de acuerdo que implica un compromiso absoluto, independiente de las circunstancias que involucran al otro socio en el pacto. Entonces, a lo largo de los años, cuando intentamos olvidar a Dios, Él no nos olvidó, ni tampoco olvidó a nuestros hermanos, las llamadas tribus perdidas; y de la misma manera hubo momentos en que sentimos que Él nos olvidó, pero nosotros no lo olvidamos. (En verdad, en el fondo ninguno de los dos olvidó al otro. Por las razones que sean, a veces puede parecer que es así, pero eso es sólo superficial y no esencial).
Pero al final del día, nos guste o no, el Eterno es nuestro Dios y nosotros somos Sus hijos, y así será para siempre. Por lo que vemos que el promete volver a traernos a todos a nestro lugar, todos incluyendo nuestros hermanos de las tribus perdidas. Es nuestro trabajo asegurarnos de que podemos decir eso felizmente que el Eterno es nuestro Padre, felizmente y no a regañadientes y con un buen trabajo detrás de nosotros para respaldar nuestra parte del trato.
DESDE LOS DÍAS DE NUESTROS ANTEPASADOS HASTA NOSOTROS, NUNCA DEJÓ DE HABER YESHIVOT ENTRE NOSOTROS
Yomá 28b
Así que ahora una pregunta para usted (y para mí), si se me permite. ¿Hay algo que podamos hacer para que todos en nuestro hogar y alrededores sepan esto y lo vivan, a su capacidad individual? El vehículo que los judíos hemos utilizado desde siempre para difundir el conocimiento de lo que es bueno, correcto y santo ha sido la Torá y las Mitzvot que Dios nos dió. Y la tribu de Yehudá fue la que mejor entendió y supo mantener el estudio de la Torá, desde el principio, Jacob su padre lo había mandado a preparar una Yeshivá, un lugar de estudio en Egipto.
Yehudá supo inculcar esa importancia en sus hijos, los Judíos. Por lo que nunca abandonamos las casas de estudios (La Yeshivá), el estudio de la Torá y el obedecer a todas las ordenanzas de Dios. Y fundamos escuelas de estudios (La Yeshivá) dondequiera que estemos. Nos deportaron a Babilonia y allí fundamos nuestras escuelas (Yeshivot), a toda Europa por igual nos siguen nuestras casas de estudios. Y ahora en la modernidad de Las Américas y todo el mundo encontrarán nuestras escuelas de Torá; volvimos a Israel con nuestras escuelas como si nunca hubieramos salido de allá.
¿Qué mérito tiene Yehudá?
Los Judíos tenemos el mérito de tres pactos eternos con Dios: El Pacto de la Torá (Isaías 29:21), el Pacto del Shabat (Exodos 31:16) y el Pacto de la Brit Milá (Genesis 17:13).
¿Qué recompensa recibirá Yehudá del Eterno por haber mantenido viva la antorcha de la Torá con todas las enseñanzas sagradas del Eterno?
En la Haftará del Shabat que cae en Janucá (Zacarías 2:14-4:7) nos da una idea de la recompensa de Yehudá y los Judíos.
En esta haftará que se lee en el Shabat de Janucá encontramos una visión de la Menorá de oro del Templo de Jerusalén. Formando parte de una profecía que fue comunicada por profeta Zacarías poco antes de la construcción del Segundo Templo.
Esta haftará comienza con una vívida descripción de la alegría que prevalecerá en Israel, cuando finalmente el Eterno Dios regrese a establecerse en Jerusalén, nos dice así:
"Canta y regocíjate, oh hija de Sión, porque he aquí, Yo vendré y habitaré en medio de ti, dice el Eterno. ".
"En aquel día muchas naciones se unirán al Dios de Israel y se convertirán en pueblo de Dios, pero el Eterno Dios habitará entre ustedes (los Judíos). Entonces sabrán que yo les fui enviado por el Eterno, el señor de los Ejércitos."
"Y el Eterno reclamará a Judá como una porción especial en la Tierra Santa y Él escogerá a Jerusalén una vez más."
"¡Qué se callen todos! ¡Qué toda carne se calle delante del Eterno! Porque Él se ha despertado desde la morada santa."
UN REY JUDIO GOBERNARA SOBRE TODOS
Y tú, oh Ben Adán (hijo de Adán), toma un palo y escribe en él: “Palo de Judá con los todos Benei Israel (todos los israelitas asociados son Judíos) con él”; y toma otro palo y escribe en él: “Palo de José, el cual es el palo de Efraín con toda la casa de Israel asociada con él”.
Acérquelos entre sí para que se conviertan en un solo palo (Todos los Israelitas serán Judíos), unidos en tu mano. Y cuando alguno de entre tu gente te pregunte:
¿Ata lo Taguid Lanu, Mah Ele Laj? “¿A caso no nos dirás tú qué significan estas cosas para ti?”
Respóndeles:
“Así dijo el Señor, el Eterno: Voy a tomar el palo de José, que está en la mano de Efraín, con las tribus de Israel asociadas con él, y pondré sobre él el palo de Judá, y haré que se conviertan en un solo palo; serán unidos en mi mano” (Todos los Ios Israelitas serán Judíos)."Alzarás ante sus ojos los palos en que has grabado (lo que te pedí), y les declararás: Miren esto fue lo que dijo el Señor, el Eterno: Yo voy a tomar al pueblo de Israel de entre las naciones a donde se han ido, y los reuniré de todas partes, y los traeré a su propia tierra.Haré de ellos una sola nación en la tierra, sobre los montes de Israel, y un rey será rey de todos ellos. Nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos (Ezequiel 37:16-22)."
Todas las Tribus de Israel juntas serán una nación Judía, todos serán llamados Judíos, como dice el versículo: "Pondré el palo de Judá sobre ellos"..
Ya no habrá división entre ellos, todos serán Judíos con Yehudá (Judá), no serán varios pueblos como si cada tribu fuera un pueblo separado, ni tampoco serán dos naciones independientes, como está escrito: ".. Nunca más serán divididos en dos reinos."
Pero sobre ti brillará el Eterno, Y la Gloria del Eterno se verá sobre ti. Y hacia tu luz caminarán las naciones, reyes, hacia tu resplandor (Isaías 60:2-3).
Así dijo el Eterno, el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez personas de entre las naciones, gentes de todas los idiomas se aferrarán; agarrando la esquina del Talit de aquel que es Judío y le dirán: “iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes." (Zacarías 8:23)
Y con esto el Eterno será rey sobre toda la Tierra, nuestro Dios será conocido como uno solo y su nombre será unificado en uno solo. El reinará desde Yehudá sobre toda la nación de Israel con extención sobre toda la tierra. Qué se cumpla este dicho como dice la Torá:
El palo de Yehudá estará sobre el Palo de José en la mano de Efraím y todas las tribus de Israel. Por el Mérito de la Torá que es la herencia de los hijos de Jacob. Como dice Deuteronomio 33:4:
תּוֹרָ֥ה צִוָּה־לָ֖נוּ מֹשֶׁ֑ה מוֹרָשָׁ֖ה קְהִלַּ֥ת יַעֲקֹֽב׃
Torá Tzivá Lanu Moshé, Morashá Kehilat Yaakov.
Moshé nos ordenó la enseñanza de la Torá; la cual es la herencia de la congregación de Jacob.
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