Los Juicios del Eterno y la Futura Prosperidad de Sion
LECTURA PARA SHABAT ROSH JODESH
Yeshaya 66
El Eterno dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies;
¿dónde está la casa que me han de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Si mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas llegaron a ser, dice el Eterno; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla delante de mi palabra.
3 El que sacrifica buey lo voy a tratar como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que hace ofrenda Minja, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones, 4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.
5 Oigan palabra del Eterno, ustedes los que tiemblan delante de mi palabra: Sus hermanos que los aborrecen, y los echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: El Eterno sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría suya, y ellos serán confundidos.
6 Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de El Eterno que da el pago a sus enemigos.
7 Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. 8 ¿Quién oyó cosa semejante?, ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá acaso la tierra en un solo día? ¿Nacerá acaso una nación de una sola vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz a sus hijos. 9 Yo que hago dar a luz, ¿Acaso yo no haré nacer? dijo el Eterno. Yo que hago engendrar, ¿impediré acaso yo el nacimiento? dice tu Dios.
10 Alegrense ustedes con Jerusalén, y gocense con ella, todos los que la aman; llenense con ella de gozo, todos los que se enlutan por ella; 11 para que mamen y se sacien de los pechos de sus consolaciones; para que beban, y se deleiten con el resplandor de su gloria.
12 Porque así dice el Eterno: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaran, y en los brazos seran traídos, y sobre las rodillas seran mimados.
13 Como aquel a quien consuela su madre, así los consolaré yo a ustedes, y en Jerusalén tomaran consuelo. 14 Y veran, y se alegrará su corazón, y Sus huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de el Eterno para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos.
15 Porque he aquí que el Eterno vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego. 16 Porque el Eterno juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de el Eterno serán multiplicados.
17 Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y carne de ratón, juntamente serán talados, dice el Eterno.
18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria. 19 Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no han oido de mí, ni han visto mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.
20 Y traerán a todos Sus hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda al Eterno, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice el Eterno, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa del Eterno. 21 Y tomaré también de ellos para Cohanim (sacerdotes) y levitas, dice el Eterno.
22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice el Eterno, así permanecerá su descendencia y su nombre. 23
Y de Rosh Jodesh a Rosh Jodesh (de mes en mes), y de Shabat a Shabat (de día de reposo a día de reposo), vendrán todos a adorar delante de mí,
dijo el Eterno.
24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
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